- 75 gr de chocolate negro de cobertura
- 100 gr de azúcar
- 75 gr de harina
- 90 gr de mantequilla
- 2 huevos grandes (L)
- 2 cucharaditas de levadura royal
- azúcar glass
Vamos hacer un bizcocho que además de estar buenísimo… entra por los ojos enseguida.
Para este postre vamos a utilizar muy pocos ingredientes y obtendremos un resultado estupendo. No vamos a hacer mucha cantidad ya que se endurece bastante rápido. Es aconsejable guardarlo envuelto en papel de aluminio en la nevera para conservarlo.
Lo primero es separar las yemas de las claras y montarlas a punto de nieve. Mezclaremos en un recipiente las yemas, el azúcar, la harina tamizada con la levadura y la mantequilla derretida. Mezclaremos mucho y a continuación echaremos las claras montadas y moveremos hasta tener una masa consistente y uniforme.
Obtenemos una masa consistente
Ahora vamos a dividir la masa en dos partes iguales. En una (la blanca) echaremos azúcar avainillado (dos cucharaditas) y en la otra echaremos el chocolate derretido. Como hemos nombrado en muchas ocasiones, lo mejor es derretirlo en el microondas echándole un ojo cada 30 segundos para que no se queme. En 1 minuto y medio estará listo.
Así que tendremos 2 partes iguales, una blanca y otra negra.
2 partes. Una blanca y otra negra
Ahora en un molde espolvoreamos harina para que no se pegue el bizcocho y vamos poniendo un poco de cada masa. La gracia de esto es que obtendremos la forma parecida al mármol…que le da nombre a este bizcocho.
Intercalamos masa blanca y negra
En total he hecho dos pasadas de cada masa. Al final agitamos bien el molde para que alise la superficie y se cierre cualquier posible hueco interior. Lo metemos al horno precalentado a 170º durante 35-40 minutos. Como siempre… iremos pinchando con un palillo y en cuanto salga limpio… el bizcocho estará hecho. Tampoco es conveniente pinchar mucho ya que cada vez que abrimos el horno se pierde mucha temperatura.
Ahora sólo queda espolvorear un poco de azúcar glass por encima y listo.
