- x lonchas de queso
- x rosquilletas o palitos
- Orégano
Un snack diferente, muy sencillo y efectivo
Tan fácil como cortar unas lonchas de queso y ponerlas en el borde de las rosquilletas sobre una rejilla con papel vegetal (importante para poder despegarlas!). Echar un poquito de orégano y meter al horno a 220º unos 5 minutos (hasta que el queso se dore). No pongáis el gratinado porque las rosquilletas se quemarán antes de que se haga el queso.
Pasado el tiempo de horno sacar y dejar que reposen bastante en la propia rejilla para que se puedan separar fácilmente y además el queso se ponga crujiente.
Qué original. Lo voy a hacer y ya os diré- Tiene una presentación increible